Héctor Zamora

Héctor Zamora realizó esta acción para dos edificios de fachadas acristaladas: la Plaza Comercial San Victorino y el Edificio Monserrate, ambos ubicados en la Avenida Jiménez en el centro histórico de Bogotá. Aunque los edificios están separados por unos pocos cientos de metros, cada uno representa realidades socioeconómicas dramáticamente diferentes. El proyecto pretendía interrumpir el paisaje urbano con una intervención inesperada en cada uno de los edificios, abarrotando uno de sus niveles del piso al techo con racimos de bananos. De este modo, parecía como si la historia de Colombia como país bananero se resistiera a ser olvidada y se hiciera presente manifestándose en la ciudad, imposible de ignorar por los transeúntes. En el transcurso de 20 días las frutas maduraron y su color pasó de verde a amarillo y de marrón a negro hasta su estado final de descomposición. Los vídeos que documentan la acción muestran cómo los racimos de bananos fueron cargados manualmente por varios hombres desde los camiones hasta su lugar de exposición en los ventanales de los dos edificios. El uso de los bananos, uno de los alimentos básicos de la dieta colombiana, en una intervención en el centro de la ciudad provocó resonancias políticas, sociales y culturales entre los lugareños que presenciaron la pieza.