ARTISTA 

Gabriela Bettini

TÍTULO 

Musa Paradisiaca I

AÑO

2018

PAÍS DE ORIGEN DEL ARTISTA 

Argentina-España

DIMENSIONES

195 x 190 cm

TÉCNICA

Óleo sobre lienzo de lino y bastidor de madera

Créditos: Primavera Silenciosa, Cortesia de artista y Galería Sabrina Amrani

La artista hispano-argentina Gabriela Bettini explora la relación entre los paisajes locales, los modos de vida tradicionales y los feminismos, en obras que examinan la estrecha relación entre la explotación del cuerpo femenino y la de los recursos naturales. La artista desenmascara los motivos reales que existen detrás de la regulación del ecosistema, a menudo aparentemente inofensiva, con fines industriales y científicos rentables. En obras como Musa paradisiaca, de 2018, y Musa x paradisiaca, de 2019, Bettini reflexiona sobre los procesos de deforestación de las Américas provocados por algunos de los monocultivos más depredadores, como el cacao, el azúcar y la fresa, centrándose en esta ocasión en el banano (cuyo nombre científico es musa paradisiaca).

La serie de pinturas al óleo de Bettini también alude a tres mujeres pioneras del ecologismo. Por un lado, las representaciones profusamente detalladas de gusanos y mariposas recuerdan a los libros ilustrados de la entomóloga alemana del siglo XVII Anna Maria Sibylla Merian. Por otro, las pinturas de Bettini también evocan la prolífica colección de arte botánico de la exploradora del siglo XIX Marianne North, quien desafió los códigos victorianos de la ilustración científica al registrar de manera rica la fauna y la flora tropicales —incluyendo varias especies hoy extintas— cohabitando armónicamente en sus entornos naturales. En estas obras, al incluir formas monocromáticas regulares Bettini alude también al libro Monocultures of the Mind de Vandana Shiva, publicado en 1993. En este libro la activista y académica india denuncia los monocultivos como una práctica colonialista que impone de manera violenta la homogeneización de las sociedades y de su agricultura en el Sur Global al suprimir el libre crecimiento de las especies y, a su vez, promover la mercantilización de la vida. Las representaciones casi hiperrealistas que hace Bettini de extravagantes especies naturales se combinan con grandes áreas rectangulares monocromáticas que operan casi como espacios negativos y nos remiten a la abstracción geométrica. Estas formas rígidas y de colores planos en medio de figuras exuberantes nos llevan a pensar en las rígidas estructuras heteropatriarcales de clasificación que a menudo dominan las narrativas de la historia, de la investigación científica y de los procesos creativos.