Victoria Cabezas

Recubierto con una tela acolchada brillante y con plumas al reverso de la cáscara abierta de la fruta, Banano emplumado es una obra de la artista costarricense Victoria Cabezas que reflexiona sobre las percepciones exotizantes y colonialistas de las culturas de aquellos países centroamericanos conocidos desde el siglo XX como las “repúblicas bananeras”. La obra tiene múltiples capas de lectura, puesto que tanto el título como su materialidad remiten también al pasado prehispánico y colonial de este territorio, así como a problemas en torno a la construcción de géneros. El título de la obra hace referencia a las culturas prehispánicas de Centroamérica, en particular a Quetzalcoatl, la serpiente emplumada de la que descienden los pueblos mesoamericanos según el mito. Diversas comunidades indígenas como los Maya, K’iche, Pipil y Zapotecas reclaman su linaje a partir de este dios. La referencia a las plumas es además un giño al arte plumario, también de tradición prehispánica pero que fue apropiado durante el periodo colonial para la creación de obras de carácter religioso europeo con inspiración cristiana. Las plumas pueden ser leídas entonces como una forma de resistencia y de permanencia de una cultura a pesar de los procesos de colonización tanto antiguos como contemporáneos. Por otro lado, el gran tamaño del banano remite al uso de esta fruta como un símbolo erótico asociado a la idea de una masculinidad hegemónica, que se ve aquí cuestionado por el uso de una tela suave y brillante que la recubre. Al crear una encarnación tersa y acariciable del banano, la obra dispersa y multiplica las connotaciones de lo erótico al activar referencias que oscilan entre los juguetes de la infancia y los artículos sexuales para adultos.