ARTISTA 

Leonardo González

TÍTULO 

Toponimias

AÑO

2015

PAÍS DE ORIGEN DEL ARTISTA

Honduras

DIMENSIONES

150 x 200 cm

TÉCNICA

Dibujo con carboncillo, acrílico y resinas sobre lienzo

Estas pinturas forman parte de la serie “Toponimias” del artista hondureño Leonardo González. Tomando como referencia el relato histórico de una de las tantas estafas en América y los cuentos del libro Cabbages and Kings (Repollos y reyes), en particular “El almirante”, del autor norteamericano conocido como O. Henry, González crea una serie de trabajos en los que representa visualmente una serie de archipiélagos bananeros ficticios. Cada pintura lleva el nombre de un mundo imaginario inspirado en palabras de la literatura universal como Utopía y Neverland. Las obras son realizadas con colores brillantes y saturados en gamas de verde y amarillo que hacen alusión a un trópico abundante, cálido y prometedor. En Neverland González pinta dos islas: en la de mayor tamaño el paisaje está dominado por un gran letrero que lleva el nombre del archipiélago imaginario y que recuerda al famoso cartel de Hollywood. En Utopía el paisaje concertado desaparece y algunas plantas tropicales (palmas y plantas de banano) crecen sobre el letrero que anuncia el nombre de la isla. En el imaginario del artista estos letreros reciben a los visitantes de estas nuevas naciones con la ilusión de un futuro prometedor cuando en realidad se llega a un lugar inesperado en donde el destino es fruto del azar porque la inestabilidad que los caracteriza hace de ellos espacios imprevisibles e inhabitables. La referencia a O. Henry no es casual, puesto que fue este autor quien popularizó la noción de la “república bananera” usando una estrategia similar a la de González. En los cuentos de su libro Cabbages and Kings O. Henry (seudónimo de William Sydney Porter) inventa una nueva nación Centroamericana llamada Anchuria que se caracteriza por su clima tropical y su inestabilidad política y económica. Este lugar imaginario está inspirado directamente en Honduras y su historia a finales del siglo XIX y principios del XX. O. Henry pasó siete meses de su vida en Honduras tratando de evadir un posible juicio por el presunto robo de dinero mientras trabajaba como cajero del First National Bank. Durante su escape a Honduras el escritor se instaló en un hotel de la ciudad de Trujillo en donde escribió uno de los libros que lo hizo popular como autor. Además de esta referencia, González se inspira también en un hecho histórico insólito: a principios del siglo XIX el soldado escocés sir Gregor MacGregor estafó a varios inversionistas británicos y franceses que compraron bonos de nueva nación americana e intercambiaron dinero local por una moneda inventada e impresa por el propio MacGregor. El “nuevo país”, llamado Poyais, estaba supuestamente ubicado en La Mosquita, una selva virgen del litoral atlántico de Honduras. Así, Honduras se ha convertido en el motor de una serie de historias que inspiran relatos ficticios basados en una realidad que viven aún hoy los hondureños día tras día. Estas pinturas son el resultado de otra ilusión prometedora que en el fondo lleva al fracaso.