Ivana de Vivanco

En Exvotos vegetales, Ivana de Vivanco presenta un retrato de dos personajes anónimos que sostienen con su mano derecha una cadena y con la otra apuntan hacia el cielo y la tierra. De la parte inferior de la pintura se desprenden unas cadenas metálicas de las cuales cuelgan cuatro elementos: un mango, una flor de hercampuri, un banano y un trozo de uña de gato. Estos elementos actúan como exvotos u ofrendas para pedir por la supervivencia de las especies que, como explica la artista, “están en peligro de extinción o se han visto seriamente comprometidas por el actuar humano (monocultivos, cambio climático, explotación desmedida, etc.)”. Exvotos vegetales hace parte de una serie más amplia de pinturas titulada El síndrome de Midas en donde, a través de la figura mitológica del Rey Midas, la artista reflexiona sobre las consecuencias de la obsesión contemporánea por el poder y el dinero que lleva hasta el punto de poner en riesgo los elementos más básicos —como los alimentos y el agua.