Ivana de Vivanco

De una cadena amarilla que cuelga del techo, se sostienen un banano antropomorfo y una mano delicada y de color negro que lleva entre los dedos unas fibras azules trenzadas. La obra hace parte de una serie más amplia de De Vivanco titulada Cartesian Complex o Complejo cartesiano. En esta serie, la artista explora las posibilidades (o más bien, imposibilidades) de representación visual del pensamiento cartesiano que, para ella, encierra una perspectiva dualista y monológica del mundo. La estructura de las esculturas que conforman la serie sigue siempre un mismo patrón: una cabeza que flota en el aire pero que se encuentra encadenada a un grupo de elementos de los que la cabeza no logra desprenderse. En Cartesian Banana, la cabeza tiene forma de banano, un fruto que encierra posiciones contradictorias. Por un lado, podría considerarse al banano como víctima pues ha sido explotado y maltratado hasta el punto de extinción de algunas de sus especies. Por el otro, el banano representa una historia de violencia y terror, vivida principalmente por las comunidades racializadas del sur global en donde se cultiva la fruta. Las cadenas y la mano negra de la escultura hacen clara referencia a esta historia de brutalidad humana y esclavitud, mientras que atraen con su delicadeza material y colorido la mirada del espectador.