ARTISTA |
Raúl Corrales |
TÍTULO |
Caballería |
AÑO |
1960 |
País de origen del artista |
Cuba |
DIMENSIONES |
Variables |
TÉCNICA |
Impresión en gelatina de plata |
Créditos: The Corrales Estate, Havana, Cuba. Courtesy The International Art Heritage Foundation
Raúl Corrales fue el retratista oficial de Fidel Castro entre 1959 y 1961. No obstante, a diferencia de figuras como Alberto Korda, cuya obra contribuyó a glorificar a los líderes rebeldes (piénsese en el icónico retrato del Che), en sus fotografías de la Revolución Cubana Corrales se enfocó en representar al pueblo y, en especial, a aquellos grupos sociales a los que el nuevo gobierno revolucionario prometía igualdad de oportunidades: mujeres, afrodescendientes y campesinos. Esta fotografía captura el momento en el que un grupo de rebeldes a caballo pertenecientes al Movimiento 26 de Julio celebran la expropiación de una plantación propiedad de la United Fruit Company. Los jinetes lucen sombreros de paja y ondean banderas cubanas mientras sonríen victoriosos. La imagen recuerda a las grandilocuentes escenas militares de la pintura histórica de los siglos XVIII y XIX. No obstante, Corrales es en realidad testigo de la recreación de un acontecimiento sucedido meses antes, durante el primer año de la Revolución. Esta práctica era habitual y su propósito era conmemorar los logros de la reciente Revolución Cubana con el fin de construir una narrativa legendaria en torno al giro histórico de los acontecimientos en la isla. En este caso, la importancia del evento radicaba en la nacionalización de los recursos naturales de Cuba para beneficio de la ciudadanía. Fidel Castro expropió las plantaciones de la United Fruit Company en Cuba en los primeros momentos de la Revolución. Tras pasar varias décadas comercializando bananos la empresa estadounidense había comenzado a enfocarse desde los inicios del siglo XX en la explotación de los ingenios azucareros en la isla. Pero Castro tenía presente el papel de la UFCO en las masacres contra los trabajadores de las plantaciones bananeras en Colombia, Costa Rica, Honduras y Nicaragua, y la colaboración de la compañía en el golpe de estado en Guatemala unos años antes, en 1951. Como gesto de solidaridad con las naciones vecinas y siendo consciente de la relación (tanto material como simbólica) entre las materias primas y la soberanía nacional, el golpe a la UFCO se entendió como un paso fundamental para el desarrollo de una Cuba revolucionaria. Además, los jóvenes revolucionarios de la imagen también rememoraban una sonada victoria de 1895 en la Guerra de Independencia de Cuba contra España, con lo que se amplificaba el carácter emancipador de la imagen.