Victoria Cabezas

A partir de su experiencia como inmigrante en los Estados Unidos Victoria Cabezas elaboró una serie de fotografías en las que reflexiona sobre la relación entre el cuerpo y el banano y las construcciones imaginarias que esta relación suscita. Cuando estudiaba en la Universidad de la Florida a principios de la década de 1960 la artista experimentó en carne propia la asociación inmediata que la gente hacía entre su natal Costa Rica y la noción de la “república bananera”, un término peyorativo que nació justamente a partir de la ocupación de ciertos territorios latinoamericanos por parte de la United Fruit Company. El término “banana republic” hacía referencia a los estados corruptos, pobres y subdesarrollados de América Latina que habían resultado de gobiernos negligentes silenciosamente apoyados por los Estados Unidos. A partir de esta experiencia alienante Cabezas desarrolló una serie de fotografías que satirizan las percepciones del banano en el extranjero. En las imágenes las frutas crecen de un árbol inocuo o se posan sobre el cuerpo de un hombre semidesnudo como si fueran gusanos. Algunas están intervenidas de tal forma que el color amarillo característico del banano contrasta con el blanco y negro de las fotografías. Además, la posición de los cuerpos que allí aparecen alude a iconografías religiosas, ahora subvertidas por decisiones de la artista. Así, el hombre que yace sobre el piso remite a un Cristo en la cruz, pero en lugar de colgar yace plácido sobre el suelo mientras los bananos se apoderan de él. De la misma manera, la fotografía en donde aparece un hombre somnoliento bajo el regazo de un árbol de bananos remite a la iconografía del paraíso, solo que ahora el banano reemplaza a la manzana en el papel de fruta prohibida.