Edouard Duval-Carrié

El pintor americano de origen haitiano Edouard Duval-Carrié explora con frecuencia en su obra el legado cultural indígena, europeo y afrodescendiente de su tierra natal para crear lenguajes visuales vernáculos que reflejen ese crisol de identidades. La obra Bananne combina alusiones a la pintura naíf asociada a la tradición precolonial de la isla (en las manchas geométricas planas), a la ornamentalidad del barroco colonial francés (en los motivos decorativos de flores y lacerías) y a la memoria afrodescendiente (en la representación de los bananos). Combinando grabado y pintura, esta pieza en tonos de azul oscuro hace referencia a cómo durante muchas décadas Haití fue un país cuya economía dependía casi completamente del mercado de exportación de recursos naturales como el banano, el café y el azúcar. Las plantaciones destinadas a estos cultivos se nutrían del trabajo forzado de cientos de miles de personas afrodescendientes esclavizadas. La trata de personas esclavizadas también suponía una importante fuente de ingresos para el país. Además, en el viaje en barco de estas personas del continente africano al europeo, muchas veces se las alimentaba con bananos dado que este era el fruto más económico. En Bananne, la oscura representación de un racimo de bananos enmarcado por una serie de ornamentos de estilo europeo representa la mercantilización de la fruta y, por extensión, del cuerpo de las personas esclavizadas, para beneficio de los europeos.