VIOLENCIAS
Apuntes conceptuales sobre el extractivismo bananero en Barú.
Milko Delgado
El banano, una fruta aparentemente inocua, ha sido el motivo de una larga historia de violencia en el continente americano ejercida principalmente por corporaciones multinacionales extranjeras y los Estados corruptos de las regiones en donde se establecieron los enclaves bananeros. A pesar de que la historia difiere según el contexto de cada región, el establecimiento de los cultivos tuvo ciertos patrones que permitieron el desarrollo económico de la exportación del banano. Aunque en un primer momento se pensó que estos proyectos fomentarían el progreso local su costo humano fue muy alto y en modo alguno condujeron a gobiernos democráticos ni a una modernización basada en relaciones laborales justas y equitativas.1 Lo cierto es que el establecimiento de los enclaves bananeros implicó no solo la construcción de infraestructuras destinadas al transporte de la fruta (como ferrocarriles, puertos y vías) y la integración de zonas aisladas con los mercados mundiales, sino también la transformación de los bosques tropicales, abusos laborales, la propagación de enfermedades y la muerte de cientos de trabajadores locales. Las obras que se agrupan en esta sección responden precisamente a las tensiones resultantes entre las promesas de progreso y la realidad violenta de las bananeras.
Read More
Fueron precisamente las injustas condiciones de trabajo la motivación de la huelga que se llevó a cabo en 1928 en el Caribe colombiano y que culminó con el episodio que hoy se conoce como la masacre de las bananeras. Los trabajadores de la United Fruit Company reclamaban la abolición del sistema de contratistas, un aumento salarial, descanso dominical remunerado, indemnizaciones por accidentes y la construcción de viviendas dignas.3 La compañía bananera rechazó sus peticiones amparándose en una ley reciente que refutaba solicitudes obreras mediante la huelga u otro tipo de “medio de fuerza”.4 Las noticias distorsionadas recibidas en la capital asociaban a los huelguistas con agitadores comunistas que querían asesinar a los directivos de la UFC, lo que llevó a una respuesta militar. Los trabajadores reaccionaron ante la presencia del ejército que respondió matando a cientos de trabajadores, incluyendo niños y mujeres.5 Las obras de artistas como José Alejandro Restrepo, François Bucher, Doris Salcedo y Elkin Calderón, entre otros, responden y rememoran uno de los episodios de violencia más marcados en la memoria colectiva del país. El rol de los Estados, y en particular el de las dictaduras, fue fundamental para el afianzamiento del poder de las multinacionales en los enclaves bananeros. La figura del dictador es un común denominador en varias de las obras de esta sección. Los trabajos de artistas como David Lamelas, Roberto Guerrero, Fernando Bryce, Romy Pocztaruk, Antonio Henrique Amaral y Voluspa Jarpa examinan el papel de las dictaduras como cómplices y responsables de la violencia en diferentes contextos de América Latina. Las alianzas establecidas entre los Estados corruptos y las multinacionales bananeras propiciaron algunas de estas dictaduras, como sucedió en Guatemala cuando el presidente Juan Jacobo Árbenz fue derrocado en 1954 en un golpe de Estado ejecutado por la CIA y dirigido por el gobierno de Estados Unidos en alianza con la United Fruit Company.6 En contextos como el brasilero la dictadura fue la excusa para torturar y perseguir a ciudadanos cuya identidad se asociaba con la del trópico exuberante, representado en muchas ocasiones por la fruta del banano. La inestabilidad política, la pobreza y la dependencia de los productos extractivos en las economías de los países de la región llevó incluso al establecimiento del término “República Bananera”, una noción que evidentemente oscurece el papel determinante que jugaron multinacionales como la United Fruit Company y la Standard Fruit Company en los conflictos políticos, económicos y culturales de estos territorios. Las obras de artistas como Jaime Tarazona, Leonardo González y Luis Camnitzer cuestionan estos estereotipos y reflexionan sobre las implicaciones y complejidades detrás de ese término. Desde el lente contemporáneo, artistas provenientes principalmente de aquellos países que padecieron los más fuertes fenómenos de violencia responden mediante sus obras a un pasado cuyas consecuencias se viven aún en el presente.
1| Steve Striffler y Mark Moberg, “Introduction”, en Banana Wars: Power, Production and History in the Americas (Durham: Duke University Press, 2003), 4.
2| Según Banana Link los trabajadores en las bananeras reciben entre el 4 y el 9% del valor total de la fruta. “All About Bananas”, Banana Link, consultado el 27 de mayo de 2021, https://www.bananalink.org.uk/all-about-bananas/.
3| “La masacre de las bananeras”, Red Cultural del Banco de la República, consultado el 4 de mayo de 2021, https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-190/la-masacre-de-las-bananeras.
4| “La masacre de las bananeras”.
5| “La masacre de las bananeras”.
6| Para un recuento detallado de este episodio, ver: Roberto García Ferreira, “La CIA y el exilio de Jacobo Árbenz”. Perfiles Latinoamericanos 13, no. 28 ( 2006): 59-82.